El carcinoma mamario inflamatorio (CMI) en perros es una de las formas más agresivas de cáncer mamario. Esta afección suele presentarse como un tumor que progresa rápidamente y se propaga ampliamente, lo que dificulta su tratamiento eficaz. A diferencia de otras formas de tumores mamarios, el CMI tiende a infiltrarse en los tejidos circundantes desde el principio y se propaga por todo el cuerpo incluso antes de que se realice un diagnóstico. Debido a su naturaleza agresiva, el pronóstico para los perros con carcinoma mamario inflamatorio suele ser malo.
Por qué la cirugía no es una opción eficaz para el IMC
La cirugía, que suele ser el tratamiento de primera línea para muchos tipos de cáncer, tiende a ser menos eficaz en los perros con carcinoma mamario inflamatorio. Una de las principales razones son las células cancerosas microscópicas que se extienden mucho más allá de la masa palpable, lo que hace que la extirpación quirúrgica completa sea casi imposible. Incluso si se extirpa el tumor visible, existe una alta probabilidad de que el cáncer ya se haya propagado a otras partes del cuerpo, en particular a través del sistema linfático.
De hecho, los estudios han demostrado que la cirugía no necesariamente mejora la tasa de supervivencia en perros con IMC. Esto se debe a que, cuando se detecta el tumor, a menudo ya ha hecho metástasis en órganos vitales como los pulmones, el hígado y los ganglios linfáticos. Como resultado, el enfoque del tratamiento generalmente se desplaza hacia los cuidados paliativos y el control de los síntomas en lugar de intentar curar la enfermedad mediante cirugía.
Opciones de tratamiento actuales: radioterapia y AINE
A pesar del éxito limitado de la intervención quirúrgica, existen otros tratamientos disponibles que pueden ayudar a controlar el carcinoma mamario inflamatorio en perros. La radioterapia ha demostrado ser algo eficaz para frenar la progresión de la enfermedad. La radiación tiene como objetivo reducir el tamaño del tumor y aliviar parte del dolor y las molestias asociadas.
Otra parte importante del manejo del cáncer de mama en perros es el uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroides (AINE). Estos medicamentos actúan reduciendo la inflamación y pueden ayudar a controlar la propagación de las células cancerosas. Los AINE pueden ser especialmente beneficiosos para mejorar la calidad de vida de los perros que padecen este cáncer agresivo. Sin embargo, es importante señalar que los AINE por sí solos no son una cura y suelen ser parte de un plan de tratamiento más amplio que incluye otras terapias.
Pronóstico y calidad de vida
Incluso con tratamientos agresivos como la radioterapia y los AINE, el pronóstico general para los perros con carcinoma mamario inflamatorio sigue siendo malo. La mayoría de los perros diagnosticados con esta afección tienen una esperanza de vida de solo unos meses a un año. Por lo tanto, el enfoque tiende a estar en los cuidados paliativos, mejorando la calidad de vida del perro y asegurando que permanezca lo más cómodo posible durante el tiempo que le queda de vida.
La detección temprana es fundamental para el tratamiento de cualquier forma de cáncer, pero debido a la naturaleza altamente agresiva y de rápido crecimiento del IMC, a menudo se diagnostica en una etapa avanzada. Esto dificulta la supervivencia a largo plazo, incluso con un tratamiento agresivo.
El carcinoma mamario inflamatorio es un diagnóstico devastador para los perros y sus dueños. Dada la propagación agresiva del cáncer y el mal pronóstico, la cirugía no suele recomendarse como opción de tratamiento. En cambio, la radioterapia y los AINE son los tratamientos estándar actuales, que se centran en el control de los síntomas y en mejorar la calidad de vida. Si bien no existe cura para esta forma de cáncer, estos tratamientos pueden proporcionar cierto alivio a los perros afectados y ayudarlos a vivir más cómodamente en los meses que les quedan de vida.