por TCMVET | 25 de septiembre de 2024 | Cáncer y tumores en perros
El cáncer es una de las principales causas de muerte en las mascotas, especialmente a medida que envejecen. Si bien no siempre es posible prevenir el cáncer, la detección y el tratamiento tempranos pueden aumentar significativamente las posibilidades de supervivencia y permitir que las mascotas regresen a una vida normal y saludable. Los controles veterinarios de rutina, combinados con pruebas de diagnóstico, son esenciales para identificar el cáncer antes de que avance a etapas más avanzadas. Este artículo explora la importancia de la detección temprana del cáncer en las mascotas y cómo la atención veterinaria regular puede marcar la diferencia en los resultados.
Detección temprana: la clave para un tratamiento exitoso del cáncer
Cuanto antes se detecte el cáncer en las mascotas, más fácil será tratarlo. El tratamiento del cáncer en sus primeras etapas suele ser más eficaz y las probabilidades de remisión o curación son mayores. Los veterinarios recomiendan realizar exámenes físicos periódicos a las mascotas, especialmente a medida que envejecen, para detectar cualquier signo de enfermedad, incluido el cáncer, que puede no ser visible para el ojo inexperto. Al identificar las anomalías de forma temprana, los dueños de mascotas pueden ofrecer a sus animales las mejores posibilidades de recuperación.
Exámenes veterinarios de rutina para la prevención del cáncer
Los veterinarios desempeñan un papel fundamental a la hora de identificar posibles problemas de salud, incluido el cáncer, en las mascotas. Los controles anuales o semestrales deberían ser una prioridad para todos los propietarios de mascotas, con especial énfasis en las mascotas mayores, que tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer. Estos exámenes suelen incluir:
- Análisis de sangre y orina:Estas pruebas pueden detectar signos de cáncer incluso si el animal parece sano.
- Exámenes físicos:El veterinario examinará cuidadosamente a la mascota para detectar bultos, protuberancias o crecimientos inusuales.
- Mapas de piel:Algunos veterinarios utilizan mapas de piel para seguir el crecimiento de cualquier masa y compararlos a lo largo del tiempo, garantizando así que se tomen muestras de cualquier masa nueva o de rápido crecimiento.
Identificación y análisis de masas cutáneas
Los bultos o masas en la piel de una mascota no siempre son cancerosos, pero es importante tomar una muestra para descartar enfermedades malignas. Un procedimiento simple llamado aspiración con aguja fina Permite al veterinario recolectar células de una masa. Estas células se extienden sobre un portaobjetos de vidrio, se tiñen y se examinan bajo un microscopio para determinar si la masa es benigna o maligna. A veces, el portaobjetos se envía a un patólogo veterinario para que realice un análisis más detallado para diagnosticar con precisión el tipo de masa. Detectar el cáncer en esta etapa es crucial, ya que las opciones de tratamiento suelen ser menos invasivas y más exitosas cuando la enfermedad está en sus primeras etapas.
Exámenes de salud anuales para mascotas mayores
Las mascotas mayores tienen un mayor riesgo de desarrollar cáncer, por lo que es tan importante realizar controles de salud periódicos. Estos controles, que incluyen análisis de sangre, análisis de orina y exámenes físicos, permiten a los veterinarios detectar el cáncer de forma temprana. Incluso si una mascota parece sana, se pueden descubrir problemas de salud subyacentes mediante estas pruebas, lo que permite un tratamiento rápido antes de que los síntomas se agraven.
El papel de los controles regulares en la prevención del cáncer
Si bien el cáncer en las mascotas no siempre se puede prevenir, la detección temprana mediante atención veterinaria de rutina puede mejorar en gran medida el resultado del tratamiento. Al programar exámenes regulares, ser proactivos en cuanto a la realización de pruebas para detectar masas cutáneas y mantenerse al día con los análisis de sangre y orina recomendados, los dueños de mascotas pueden ayudar a garantizar que sus mascotas reciban la mejor atención posible. Los controles regulares son la clave para identificar el cáncer de manera temprana y brindarle a su mascota la mejor posibilidad de recuperación.
por TCMVET | 24 de septiembre de 2024 | Cáncer y tumores en perros
El cáncer es una preocupación cada vez mayor entre los dueños de mascotas y, si bien puede resultar difícil prevenirlo, existen medidas prácticas que puede tomar para reducir los factores de riesgo conocidos en el entorno de su mascota. Al minimizar la exposición a elementos nocivos como la radiación ultravioleta, el humo de segunda mano y las toxinas ambientales, puede ayudar a proteger a su mascota del desarrollo de cáncer. Este artículo ofrece consejos prácticos sobre cómo reducir los riesgos de cáncer para su mascota y crear un entorno de vida más saludable.
Reducción del riesgo de cáncer de piel en mascotas
Una de las formas de cáncer más prevenibles en las mascotas es el cáncer de piel, especialmente en aquellas con piel o pelaje de color claro. La radiación ultravioleta (UV) del sol es una causa importante de cáncer de piel tanto en gatos como en perros, especialmente en áreas con poco pelo o pigmentación. Los gatos tienen mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel alrededor de los párpados, la nariz y las orejas, mientras que los perros son más vulnerables en áreas como el abdomen.
Para reducir el riesgo de cáncer de piel:
- Limite la exposición directa a la luz solar.:Durante las horas pico de radiación ultravioleta, generalmente entre el mediodía y las 4:00 p. m., especialmente en verano, mantenga a las mascotas en el interior o en áreas sombreadas.
- Utilice protector solar seguro para mascotas:Aplicar protector solar en las zonas vulnerables, especialmente en mascotas con pelaje blanco o de color claro, cuando la exposición al aire libre sea inevitable.
- Controlar el tiempo de exposición al sol:Las actividades breves al aire libre, como caminatas o ir al baño, suponen un riesgo mínimo, pero se debe evitar la exposición prolongada, en particular en el caso de las mascotas que viven al aire libre.
Los peligros del humo de segunda mano para las mascotas
Así como el tabaquismo pasivo es perjudicial para los humanos, también aumenta el riesgo de cáncer en las mascotas. Las mascotas que viven con fumadores inhalan toxinas, lo que las pone en mayor riesgo de desarrollar cánceres respiratorios y bucales. Los gatos, por ejemplo, pueden desarrollar cánceres en la boca debido a las toxinas del humo del cigarrillo, mientras que los perros expuestos al tabaquismo pasivo tienen más probabilidades de desarrollar cáncer de pulmón.
Para reducir la exposición de su mascota a los riesgos de cáncer relacionados con el humo:
- Deje de fumar en el hogar:Crear un ambiente libre de humo no sólo beneficia al fumador, sino que también reduce significativamente los riesgos para la salud de las mascotas.
- Fumar afuera:Si dejar de fumar no es una opción, limite el hábito a áreas al aire libre, lejos de sus mascotas.
Minimizar la exposición a toxinas ambientales
Los productos químicos domésticos, como pesticidas y herbicidas, pueden contener carcinógenos que aumentan el riesgo de que su mascota desarrolle cáncer. Las mascotas suelen estar expuestas a estos productos químicos al caminar sobre superficies tratadas o al ingerir sustancias que encuentran en su entorno.
Para reducir la exposición a toxinas dañinas:
- Almacene productos químicos de forma segura:Mantenga los limpiadores domésticos, pesticidas, herbicidas y otros productos químicos fuera del alcance de las mascotas.
- Utilice productos seguros para mascotas:Opte por alternativas naturales y no tóxicas a los productos químicos agresivos siempre que sea posible.
- Enjuagar las patas después de los paseos:Si su mascota entra en contacto con césped o superficies tratadas, enjuague sus patas para evitar la ingestión de sustancias tóxicas.
Un enfoque proactivo para reducir los riesgos de cáncer en las mascotas
Si bien es imposible eliminar por completo el riesgo de cáncer en las mascotas, tomar medidas proactivas para reducir su exposición a elementos nocivos en su entorno puede reducir significativamente el riesgo. Proteja a sus mascotas de la radiación ultravioleta, cree un hogar libre de humo y minimice su exposición a toxinas ambientales. Si sigue estas pautas, puede ayudar a garantizar una vida más saludable y segura para sus compañeros peludos.
por TCMVET | 23 de septiembre de 2024 | Cáncer y tumores en perros
Los sarcomas indiferenciados y anaplásicos son cánceres poco frecuentes pero agresivos que surgen de las células mesenquimales de los perros. Las células mesenquimales son los componentes básicos de los tejidos conectivos, la sangre, los ganglios linfáticos y varios órganos. Debido a que estas células están organizadas de forma laxa y no están desarrolladas, los cánceres resultantes suelen ser difíciles de identificar y diagnosticar. En este artículo, analizaremos qué son los sarcomas indiferenciados y anaplásicos, cómo se diagnostican y las opciones de tratamiento habituales, incluida la cirugía.
¿Qué son los sarcomas indiferenciados y anaplásicos?
Los sarcomas son cánceres que se originan en las células mesenquimales, que forman los tejidos conectivos en todo el cuerpo. Estas células son responsables del desarrollo de los huesos, los músculos, la grasa, los vasos sanguíneos y otros componentes estructurales del cuerpo. En el caso de los sarcomas indiferenciados y anaplásicos, las células cancerosas son muy anormales y han perdido las características de su tipo de tejido original, lo que dificulta su clasificación.
Los sarcomas indiferenciados son aquellos en los que las células no se parecen a las células de los tejidos normales. Los sarcomas anaplásicos son células cancerosas que están muy desorganizadas y subdesarrolladas. Estos tumores tienden a crecer rápidamente y a propagarse a los tejidos circundantes, por lo que la detección y el tratamiento tempranos son cruciales.
Causas y factores de riesgo
Las causas exactas de los sarcomas indiferenciados y anaplásicos en perros no se conocen bien. Sin embargo, los factores de riesgo pueden incluir:
- Genética: Ciertas razas pueden tener una predisposición genética a desarrollar sarcomas.
- Age: Los perros mayores tienen más probabilidades de desarrollar este tipo de cáncer.
- Lesiones o traumas previos: Las áreas del cuerpo que han sido previamente lesionadas o dañadas pueden tener mayor riesgo de desarrollar cánceres de células mesenquimales.
Síntomas a tener en cuenta
Los signos de sarcomas indiferenciados o anaplásicos en perros pueden variar según la ubicación del tumor. Los síntomas más comunes incluyen:
- Lumps or Masses: Un bulto firme o hinchazón debajo de la piel que crece rápidamente.
- Dolor o cojera: Si el tumor está ubicado cerca de una articulación o en una extremidad, el perro puede experimentar dolor o dificultad para moverse.
- Pérdida de peso o pérdida de apetito: Los casos avanzados pueden provocar efectos sistémicos, como pérdida de peso o falta de interés en la comida.
Si nota alguno de estos síntomas en su perro, es fundamental consultar a un veterinario lo antes posible. Un diagnóstico temprano puede mejorar significativamente los resultados del tratamiento.
Diagnóstico de los sarcomas indiferenciados y anaplásicos
El diagnóstico de los sarcomas indiferenciados y anaplásicos puede ser complicado debido a la naturaleza desorganizada de las células cancerosas. Por lo general, se requiere una biopsia para obtener una muestra del tejido tumoral, que luego se examina con un microscopio. Se pueden utilizar pruebas adicionales, como radiografías, tomografías computarizadas o resonancias magnéticas, para determinar la extensión del tumor y si se ha propagado a otras áreas del cuerpo.
Opciones de tratamiento
Una vez diagnosticados, el tratamiento principal de los sarcomas indiferenciados y anaplásicos es la cirugía. Sin embargo, dada la naturaleza agresiva de estos cánceres, la cirugía a menudo implica la extirpación no solo del tumor sino también de un amplio margen de tejido circundante. Esto ayuda a reducir la probabilidad de que el cáncer vuelva a aparecer.
En los casos en que la cirugía por sí sola no sea suficiente, se pueden recomendar tratamientos adicionales como quimioterapia o radioterapia. Estas terapias se utilizan para atacar las células cancerosas restantes que no se pudieron extirpar quirúrgicamente.
- Cirugía: El tratamiento primario, cuyo objetivo es eliminar el tumor y el tejido circundante para reducir la recurrencia.
- Quimioterapia: Se utiliza para atacar cualquier célula cancerosa residual y retardar el crecimiento de tumores.
- Radioterapia: Otra opción para atacar y destruir las células cancerosas restantes, particularmente en áreas donde la cirugía no es posible.
Pronóstico
El pronóstico para los perros con sarcomas indiferenciados o anaplásicos depende de varios factores, entre ellos el tamaño y la ubicación del tumor, la etapa en la que se detectó y si se ha propagado a otras partes del cuerpo. Los tumores que se detectan a tiempo y se extirpan quirúrgicamente con márgenes amplios tienden a tener un mejor pronóstico, mientras que los que están más avanzados o han hecho metástasis pueden ser más difíciles de tratar.
Los sarcomas indiferenciados y anaplásicos en perros son cánceres agresivos que requieren un tratamiento rápido y exhaustivo. Debido a que estos tumores son difíciles de diagnosticar y pueden crecer rápidamente, la detección temprana es crucial. La cirugía es el tratamiento más común, a menudo combinado con quimioterapia o radioterapia para mejorar las probabilidades de un resultado positivo. Los dueños de mascotas deben estar atentos a cualquier signo de bultos o comportamiento inusual en sus perros y buscar atención veterinaria de inmediato si sospechan que se trata de cáncer.
por TCMVET | 23 de septiembre de 2024 | Cáncer y tumores en perros
Los tumores metastásicos, o tumores que se originan en una parte del cuerpo y se propagan a otras áreas, pueden representar un riesgo grave para la salud de los perros. Si bien es poco frecuente que un tumor primario haga metástasis en la piel, sí ocurre en ciertos casos, lo que da lugar a múltiples bultos ulcerados en la piel. Identificar y tratar los tumores metastásicos es un desafío, ya que el tumor primario suele ser agresivo y puede propagarse rápidamente. Este artículo explora cómo los tumores metastásicos afectan a los perros, sus síntomas y la importancia de un enfoque de tratamiento de cuerpo completo.
¿Qué son los tumores metastásicos?
Los tumores metastásicos se producen cuando las células cancerosas de un tumor primario en otra parte del cuerpo se propagan a lugares secundarios, incluida la piel. Si bien todos los tumores malignos tienen el potencial de propagarse, es poco común que se desplacen específicamente a la piel. Cuando lo hacen, los tumores cutáneos resultantes suelen ser múltiples y ulcerados, y aparecen como bultos que crecen e invaden capas más profundas de la piel.
Por qué los tumores metastásicos son difíciles de diagnosticar
Uno de los desafíos de los tumores metastásicos es que pueden tener características diferentes a las del tumor primario. Debido a que solo una pequeña población de células del tumor primario se propaga a la piel, estas células metastásicas pueden mostrar características microscópicas diferentes, lo que dificulta rastrear su origen. Como resultado, los tumores de la piel por sí solos pueden no brindar pistas suficientes sobre la naturaleza o la ubicación del tumor primario.
Además, los tumores metastásicos crecen rápidamente y a menudo se infiltran en el tejido circundante, lo que hace que el tratamiento sea más complicado. La detección temprana y la identificación del tumor primario son esenciales para mejorar las probabilidades de un resultado positivo.
Síntomas de tumores metastásicos en perros
- Múltiples bultos ulcerados en la piel.
- Bultos que crecen rápidamente y se profundizan en el tejido circundante.
- Lesiones que pueden sangrar o infectarse
- Signos de enfermedad como letargo, pérdida de apetito o pérdida de peso, según la ubicación del tumor primario.
Si nota estos síntomas en su perro, es fundamental consultar a un veterinario de inmediato, ya que los tumores metastásicos suelen propagarse de forma agresiva.
Tratamiento de tumores metastásicos
Debido a que los tumores metastásicos afectan tanto a la piel como a un tumor primario interno, el tratamiento requiere un enfoque integral. Los siguientes son pasos comunes en el proceso de tratamiento:
- Identificar el tumor primario: El primer paso es identificar el origen de los tumores metastásicos. Esto puede implicar pruebas de diagnóstico avanzadas, como estudios de diagnóstico por imágenes (radiografías, tomografías computarizadas, resonancias magnéticas) y biopsias.
- Tratar el tumor primario: Una vez que se identifica el tumor primario, las opciones de tratamiento pueden incluir cirugía, quimioterapia o radioterapia, según el tipo y la ubicación del tumor.
- Tratar los tumores de la piel: Los tumores de la piel pueden requerir extirpación quirúrgica, especialmente si causan molestias, infección o sangrado. Sin embargo, la extirpación de los tumores de la piel por sí sola rara vez es suficiente si no se trata también el tumor primario.
- Tratamiento de cuerpo entero: En muchos casos, es necesario un tratamiento sistémico como la quimioterapia para abordar tanto el tumor primario como cualquier crecimiento metastásico en la piel.
Pronóstico
Lamentablemente, el pronóstico para los perros con tumores metastásicos suele ser reservado o malo. Debido a que estos tumores se propagan rápidamente y afectan a varias áreas del cuerpo, lograr una cura completa puede ser un desafío. Sin embargo, la detección temprana y el tratamiento agresivo pueden mejorar la calidad de vida del perro y, en algunos casos, prolongar la supervivencia.
Los tumores metastásicos en perros, si bien son poco frecuentes, son graves y requieren un enfoque de tratamiento que abarque todo el cuerpo. Reconocer los signos de estos tumores, en particular los bultos ulcerados en la piel, y buscar atención veterinaria de forma temprana puede marcar la diferencia en el resultado. El tratamiento de los tumores metastásicos generalmente implica una combinación de abordar el tumor primario y controlar los crecimientos de la piel mediante cirugía, quimioterapia u otras terapias. Los dueños de mascotas deben estar atentos a controlar la salud de su perro y consultar a un veterinario si notan bultos inusuales o cambios en la piel.
por TCMVET | 23 de septiembre de 2024 | Cáncer y tumores en perros
Los adenocarcinomas de las glándulas apocrinas son tumores malignos poco frecuentes que se originan en las glándulas sudoríparas. Si bien estos tumores son poco comunes en los animales domésticos, tienden a aparecer con mayor frecuencia en perros y gatos mayores. En este artículo, exploraremos los síntomas, los factores de riesgo y las opciones de tratamiento de los adenocarcinomas de las glándulas apocrinas en perros, brindando información valiosa para que los dueños de mascotas reconozcan y aborden esta afección grave de manera temprana.
¿Qué son los adenocarcinomas de las glándulas apocrinas?
Los adenocarcinomas de las glándulas apocrinas son tumores malignos que se desarrollan en las glándulas sudoríparas de los perros. Estos tumores pueden aparecer como bultos gruesos o úlceras, que suelen estar ubicados en las zonas donde las patas delanteras se unen al tronco o cerca de la ingle. Aunque son relativamente raros, estos adenocarcinomas son agresivos y tienden a invadir los tejidos cercanos y propagarse a los ganglios linfáticos, por lo que la detección y el tratamiento tempranos son fundamentales.
Factores de riesgo y razas propensas a padecer adenocarcinomas de glándulas apocrinas
Aunque cualquier perro puede desarrollar adenocarcinomas de glándulas apocrinas, ciertas razas son más susceptibles. Las razas con mayor riesgo son:
- Perros de caza para el mapache Walker
- Cazadores de alces noruegos
- Pastores alemanes
- Perros de raza mixta
Los perros mayores también son más propensos a desarrollar estos tumores malignos, independientemente de la raza.
Síntomas a tener en cuenta
Reconocer los síntomas de los adenocarcinomas de las glándulas apocrinas es esencial para el diagnóstico y el tratamiento tempranos. Los signos más comunes incluyen:
- Bultos o nódulos gruesos en la piel, especialmente cerca de las axilas o las ingles.
- Áreas ulceradas que pueden no sanar
- Bultos que crecen rápidamente o cambian de apariencia.
- Hinchazón en los ganglios linfáticos cercanos
- Letargo o malestar en las zonas afectadas.
Estos tumores a menudo pasan desapercibidos hasta que se han propagado, por lo que los controles regulares con un veterinario son cruciales, especialmente en el caso de razas mayores o en riesgo.
Opciones de tratamiento para los adenocarcinomas de las glándulas apocrinas
El tratamiento primario para los adenocarcinomas de las glándulas apocrinas es extirpación quirúrgica completa del tumor. Debido a su naturaleza agresiva, es probable que estos tumores se propaguen a los tejidos y ganglios linfáticos circundantes, por lo que la cirugía debe apuntar a extirpar la mayor cantidad posible de tejido afectado. En algunos casos, también puede ser necesaria la extirpación de los ganglios linfáticos cercanos para evitar una mayor propagación.
Lamentablemente, se sabe poco sobre la eficacia de la quimioterapia en el tratamiento de los adenocarcinomas de las glándulas apocrinas. Si bien la quimioterapia puede considerarse en algunos casos, especialmente cuando el cáncer se ha propagado o la cirugía no es una opción viable, actualmente no es el método principal de tratamiento. Se necesita más investigación para comprender el papel de la quimioterapia en el manejo de este tipo de cáncer.
Pronóstico
El pronóstico para los perros con adenocarcinomas de glándulas apocrinas depende en gran medida del tamaño del tumor en el momento del diagnóstico, de si se ha propagado a otros tejidos o ganglios linfáticos y del éxito de la extirpación quirúrgica. La detección temprana ofrece la mejor posibilidad de un resultado exitoso. Si se detecta a tiempo y se extirpa por completo, algunos perros pueden tener una buena calidad de vida después del tratamiento.
Los adenocarcinomas de las glándulas apocrinas son tumores agresivos y malignos que pueden suponer un grave riesgo para la salud de los perros, especialmente de los perros mayores y de ciertas razas como los Treeing Walker Coonhounds y los Norwegian Elkhounds. La detección temprana y la extirpación quirúrgica completa son fundamentales para mejorar el pronóstico de las mascotas afectadas. Los dueños de mascotas deben vigilar a sus perros para detectar cualquier bulto inusual o cambios en la piel, especialmente cerca de las axilas y la ingle, y buscar atención veterinaria si se encuentran anomalías.
por TCMVET | 23 de septiembre de 2024 | Cáncer y tumores en perros
Los quistes y adenomas de las glándulas apocrinas son afecciones benignas comunes que se observan en perros de mediana edad y mayores, y que afectan particularmente a razas como los grandes Pirineos, los chow chow y los malamutes de Alaska. Estos quistes y adenomas se desarrollan a partir de las glándulas apocrinas, que están asociadas con los folículos pilosos y se encuentran en la piel. Este artículo ofrece una mirada en profundidad a estas afecciones, incluidas las causas, los síntomas y las opciones de tratamiento.
¿Qué son los quistes de las glándulas apocrinas?
Los quistes de las glándulas apocrinas son quistes no cancerosos que aparecen en la piel de los perros. Por lo general, se observan en las capas medias y superiores de la piel, ligeramente asociados a los folículos pilosos. Los quistes apocrinos pueden formarse en la cabeza, el cuello y otras zonas, y suelen presentarse como uno o más sacos llenos de líquido debajo de la piel. Estos quistes suelen ser benignos, lo que significa que no se propagan ni se vuelven cancerosos.
Existen dos formas de quistes de las glándulas apocrinas:
- Quistes apocrinos localizados: Estos se desarrollan en o cerca de los folículos pilosos individuales y se encuentran más comúnmente en la cabeza y el cuello de los perros.
- Quistes apocrinos difusos: Esta forma implica la formación de múltiples quistes en las glándulas apocrinas asociadas a múltiples folículos pilosos. Pueden aparecer en zonas de piel no lesionada, lo que dificulta su tratamiento si se extienden.
Aunque son benignos, estos quistes a veces pueden causar molestias, especialmente si crecen o se rompen.
¿Qué son los adenomas de las glándulas apocrinas?
Los adenomas de las glándulas apocrinas son tumores benignos que pueden surgir en las glándulas apocrinas. Tienen el aspecto de masas firmes o blandas y pueden contener líquido cuyo color varía de transparente a amarronado. Por lo general, estos quistes no miden más de 4 centímetros (1,6 pulgadas) de diámetro. Al igual que los quistes apocrinos, los adenomas también se encuentran en la cabeza, el cuello y las patas de los perros mayores y, en casos raros, en los gatos y los caballos.
Los adenomas apocrinos son de dos tipos:
- Adenomas apocrinos: Son crecimientos sólidos y benignos formados por las glándulas apocrinas.
- Adenomas ductulares apocrinos: Estos involucran los conductos de las glándulas apocrinas, dando lugar a formaciones quísticas.
Razas con mayor riesgo
Algunas razas de perros son más propensas a desarrollar quistes y adenomas en las glándulas apocrinas. Las razas más comúnmente afectadas son:
- Grandes Pirineos
- Chow Chow
- Malamute de Alaska
Los perros mayores de estas razas tienen más probabilidades de desarrollar estas afecciones, aunque se desconoce la causa exacta. La genética, los factores ambientales y la edad pueden influir en su desarrollo.
Síntomas a tener en cuenta
- Quistes o bultos visibles en la cabeza, el cuello o las piernas.
- Sacos llenos de líquido debajo de la piel
- Masas blandas a firmes que pueden variar en tamaño.
- Decoloración de la piel o del líquido del quiste (de transparente a marrón)
- Posible rotura de quistes provocando inflamación o infección localizada.
Si bien estos quistes y adenomas generalmente son indoloros, pueden causar molestias si se rompen o crecen en zonas sensibles.
Opciones de tratamiento
El tratamiento principal de los quistes y adenomas de las glándulas apocrinas es la extirpación quirúrgica. Sin embargo, esto puede resultar complicado, en particular en los casos en que los quistes son difusos y se extienden por una zona más amplia de la piel. En los casos localizados, la cirugía suele ser sencilla y el pronóstico es excelente después de la extirpación.
En situaciones en las que la cirugía no es una opción, los veterinarios pueden recomendar controlar los quistes para detectar cambios en el tamaño o molestias. Si los quistes se rompen, es posible que se requieran antibióticos para prevenir una infección.
Los quistes y adenomas de las glándulas apocrinas en los perros son, por lo general, afecciones benignas y tratables. Si bien pueden causar problemas estéticos y molestias ocasionales, la detección y el tratamiento tempranos pueden ayudar a prevenir complicaciones. Los dueños de razas en riesgo, como los grandes pirineos, los chow chow y los malamutes de Alaska, deben controlar a sus perros para detectar el desarrollo de estos quistes a medida que envejecen y consultar a un veterinario para obtener un diagnóstico y tratamiento adecuados.