El diagnóstico temprano y preciso es crucial para el tratamiento eficaz de los tumores gástricos en perros. Dos de las técnicas de diagnóstico por imágenes más utilizadas son los rayos X (radiografía) y la ecografía. Estas herramientas ayudan a los veterinarios a visualizar el estómago y las zonas circundantes, identificar anomalías y evaluar el grado de crecimiento del tumor. En este artículo, exploraremos los usos de los rayos X y las ecografías para diagnosticar tumores gástricos en perros y su importancia para determinar las estrategias de tratamiento.

Imágenes de rayos X para tumores gástricos

Las imágenes por rayos X, en particular cuando se combinan con agentes de contraste positivos, suelen ser la primera línea de evaluación diagnóstica para perros con sospecha de tumores gástricos. Una radiografía con contraste positivo permite a los veterinarios visualizar la estructura del estómago e identificar anomalías como:

  1. Defectos de llenado
    Un defecto de llenado aparece cuando una parte del estómago no se llena correctamente con el material de contraste, lo que indica la presencia de una masa o lesión que está obstruyendo el flujo normal. Este es un signo común de tumores gástricos, incluidos el adenocarcinoma, el leiomiosarcoma o tumores benignos como los leiomiomas.
  2. Obstrucción de la salida gástrica
    Los tumores ubicados cerca de la región pilórica pueden causar un bloqueo, impidiendo que el estómago vacíe su contenido correctamente. Las radiografías pueden revelar signos de obstrucción de la salida gástrica, como un estómago dilatado lleno de gas o líquido, lo que sugiere la presencia de un tumor que obstruye el flujo desde el estómago hacia los intestinos.

Si bien las radiografías brindan información valiosa sobre los cambios estructurales en el estómago, es posible que no ofrezcan detalles precisos sobre la naturaleza o el estadio del tumor. Para una evaluación más detallada, los veterinarios suelen recurrir a la ecografía.

Ultrasonido para evaluación de tumores gástricos

La ecografía es una herramienta diagnóstica esencial para evaluar los tumores gástricos en los perros. Proporciona imágenes en tiempo real y puede ofrecer una visión más detallada de la estructura interna del estómago en comparación con las radiografías. La ecografía es muy sensible para detectar cambios en la pared del estómago, como:

  1. Anormalidades de la pared del estómago
    La ecografía puede mostrar un engrosamiento de la pared del estómago, lo que puede indicar la presencia de un tumor. En casos de tumores infiltrantes como el adenocarcinoma gástrico, la ecografía puede detectar alteraciones en las capas normales de la pared del estómago. Esto ayuda a diferenciar entre tumores invasivos y no invasivos, lo que orienta el diagnóstico y el plan de tratamiento.
  2. Estadificación tumoral y metástasis
    Uno de los usos más valiosos de la ecografía es su papel en la estadificación de los tumores gástricos. La ecografía puede identificar ganglios linfáticos agrandados, lo que sugiere la propagación del cáncer. También puede detectar metástasis a otros órganos abdominales, como el hígado o el bazo, lo que es común en etapas avanzadas del cáncer gástrico.

Sin embargo, la ecografía por sí sola no puede proporcionar un diagnóstico histopatológico definitivo de metástasis. Por ejemplo, los nódulos en el hígado o el bazo pueden ser benignos y los ganglios linfáticos agrandados pueden ser resultado de cambios reactivos en lugar de la propagación del cáncer. Por lo tanto, se puede recomendar una aspiración con aguja fina o una biopsia guiadas por ecografía para un análisis más detallado.

  1. Guía para biopsia y aspiración con aguja fina
    La ecografía también es una herramienta valiosa para guiar biopsias y aspiraciones con aguja fina de paredes gástricas engrosadas o tumores sospechosos. Estas muestras de tejido pueden luego examinarse para confirmar el tipo de tumor, ya sea maligno o benigno, y establecer un diagnóstico preciso.

Limitaciones de las imágenes por rayos X y ultrasonidos

Si bien tanto las radiografías como la ecografía brindan información esencial para diagnosticar tumores gástricos, tienen limitaciones. Las radiografías pueden pasar por alto tumores más pequeños o brindar detalles limitados sobre las características del tumor. Las ecografías, aunque son muy sensibles, dependen del operador y ciertas anomalías pueden ser difíciles de interpretar sin pruebas diagnósticas adicionales, como biopsias o evaluación endoscópica.

Las radiografías y la ecografía son herramientas clave para diagnosticar tumores gástricos en perros. Las radiografías se utilizan a menudo para detectar anomalías estructurales, como defectos de llenado u obstrucción del tracto gastrointestinal, mientras que la ecografía proporciona imágenes más detalladas de los cambios en la pared del estómago y ayuda a estadificar el tumor. Juntas, estas técnicas de diagnóstico por imágenes desempeñan un papel crucial en la detección temprana y la planificación del tratamiento del cáncer gástrico canino. Sin embargo, para un diagnóstico definitivo, a menudo son necesarios procedimientos adicionales, como una biopsia o una aspiración con aguja fina.

es_ESES

Póngalo en Pinterest